Al nacer, cada ser humano posee características individuales tanto físicas como mentales que lo diferenciarán del resto. En este sentido, es importante saber que cada niño aprende de acuerdo a su ritmo evolutivo individual y que accionará de acuerdo a la etapa en la que se encuentre. Además, la personalidad de cada pequeño determinará el tiempo con que va a desarrollar destrezas, habilidades y conocimientos.

En este post te guiaremos en torno al respeto del ritmo evolutivo de cada niño, sus etapas de aprendizaje… Asimismo, los límites para no forzarlo a realizar tareas fuera de su etapa de desarrollo y el respeto de sus decisiones particulares.  

Cada niño tiene su ritmo para evolucionar y debemos respetarlo

La evolución de los niños puede ser lenta, moderada o rápida, según muchos autores. Esta clasificación, se mide gracias a la cantidad de habilidades y destrezas que puede desarrollar un niño en un lapso de tiempo determinado. No obstante, estos parámetros son obtenidos por la aplicación de un sistema de evaluación algo rígidos.

La verdad es que todos aprendemos a nuestra propia velocidad, la cual generalmente va ligada a factores como: genética, familia, medio ambiente, patologías, estimulación y hasta algunos traumas. Sin embargo, muchas veces, somos evaluados todos por igual, sin tener en cuenta nuestras características individuales, fortalezas, oportunidades y ritmos de aprendizaje. Digamos, que cada alumno es sometido a las mismas evaluaciones, inclusive aquellos niños que requieren de mayor tiempo para el proceso de aprendizaje.

Actualmente la educación se está adaptando a aplicar métodos y programas educativos capaces de evaluar a los niños en la etapa de aprendizaje en la que se encuentren. En este sentido, se han establecidos directrices enfocadas al respeto de la educación infantil como base neurológica de los demás niveles de aprendizaje. Así, se trata de cultivar la evolución individual de cada pequeño, permitiendo que madure a su ritmo para luego pasar a la siguiente fase de aprendizaje.

¿Es una ventaja tratar de aprender más rápido?

Resulta de vital importancia desarrollar con respeto cada etapa del aprendizaje sin forzar a los niños, pretendiendo, por ejemplo, estimularles para que caminen más rápido, aunque aún no estén preparados. La Neurodidáctica cuida el ritmo de desarrollo en los niños de estas etapas buscando una buena consolidación y considerando inclusive los periodos críticos.

Calendario evolutivo de cada niño

Los padres caen con mucha frecuencia en competiciones en torno a sus hijos, centrándose en que serán más listo si logra caminar rápido, levanta el cuello antes que otros e inclusive que controle esfínteres en un periodo corto de tiempo. Esta visión no podría estar más alejada de la realidad, cada niño está marcado por un calendario interno o ritmo evolutivo que lo diferenciará del resto toda su vida.

El hecho de que un niño tenga una cantidad de meses o años, no quiere decir que deba hacer todas las actividades que muestran algunos manuales en ciertas etapas. En este sentido, no debe forzarse al niño a realizar ciertas tareas que supuestamente debería estar realizando y más bien respetar su ritmo evolutivo. Aunque debemos respetar decisiones personales que tome el niño como ser humano, es preciso explicarle algunas limitaciones en los momentos en los que veamos que no tiene la suficiente madurez como para tomar la mejor decisión, en cuanto a seguridad se refiere.